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Cómo maximizar el éxito de un nuevo negocio o proyecto

  • Business, Lean, transformacion digital
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Para avanzar con una idea de negocio es importante disponer de toda la información relevante para tener clara la relevancia y el ROI (retorno de la inversión) de un proyecto, así como los recursos necesarios para desarrollarla. Una vez validada la idea, se confirma una mayor probabilidad de éxito.

En un proceso continuo que se extiende desde la fase de ideación hasta la presentación al mercado, el objetivo principal de la empresa es comprender la viabilidad y la demanda potencial del servicio o producto. El diseño de un proceso de ideación estructurado reduce los riesgos, minimiza los costes de implementación de la idea, acelera el lanzamiento del producto al mercado y evita tanto las pérdidas innecesarias como la creación de un producto sin valor añadido para el consumidor. La validación de las ideas de negocio también facilita determinar si el momento de la implementación y el desarrollo de la idea es el adecuado y si la solución es suficiente para el mercado.

¿Por qué debemos validar una idea de negocio?

La validación de las ideas de negocio es un proceso fundamental para las nuevas empresas y para las ya establecidas en el mercado. La creación de un nuevo negocio suele ir seguida de un espíritu emprendedor, de sus fundadores, con varias ideas y objetivos definidos para el proyecto. La validación de las ideas permite a la gestión seleccionar las que aportan más valor al cliente y a la empresa, así como las que la empresa tiene competencias para desarrollar e implementar. Este proceso también ayuda a la organización a evitar sorpresas y pérdidas inesperadas.

La incapacidad de validar las buenas ideas de negocio puede comprometer el rendimiento de la implementación de los nuevos proyectos. Factores como el optimismo y la falta de una perspectiva externa de la organización pueden provocar problemas relacionados con el aislamiento de la empresa en el mercado y la idea puede parecer más prometedora de lo que realmente es. Por otro lado, una actitud negativa también puede comprometer el desarrollo de una innovación debido al miedo ante el fracaso y el riesgo. La generación de una idea, y su consecuente validación, depende del equilibrio entre una actitud emprendedora y cautelosa por parte de la gestión, así como de la captación de feedback externo.

Validar el interés del mercado por una idea de negocio

La validación de una idea de negocio puede producirse de dos maneras: la validación del problema y la validación de la solución. La validación del problema consiste en buscar una situación, en el origen de la idea, que provoque la necesidad de encontrar una solución. Este tipo de validación es el más fiable, ya que garantiza que la idea desarrollada por la empresa solucionará un problema real o un verdadero punto de dolor para el consumidor y, por tanto, tiene más probabilidades de éxito en el mercado. La generación de ideas mediante la validación de soluciones consiste en encontrar la mejor solución, de entre un conjunto de opciones, que mejor se adapte al mercado y al tipo de consumidor en cuestión. Este tipo de validación exige un conocimiento profundo del mercado y del consumidor. Independientemente del tipo y la solución elegidos, la validación de una idea de negocio debe complementarse siempre con pruebas en el mercado para determinar el grado de aceptación de la idea.

Probar la idea de negocio

La prueba de una idea y negocio debe empezar en el círculo cercano del emprendedor o la empresa: amigos, familia, mentores y colaboradores directos. En este nivel se busca un feedback honesto y relevante, incluso si no cumple las expectativas iniciales de desarrollo de la idea. También es en este nivel inicial cuando se generan algunas cuestiones relevantes para el desarrollo de la idea:

  • ¿Dónde encaja mi idea?
  • ¿Cuáles son las probabilidades de éxito de mi idea en el mercado?
  • ¿Cuáles son los puntos débiles de mi estrategia?
  • ¿Cómo puedo validar realmente mi idea de negocio, mis productos o servicios?

Tras la evaluación de estas cuestiones, el emprendedor está preparado para empezar el proceso de validación de la idea.

¿Qué etapas debemos considerar?

La validación de una idea de negocio debe seguir un proceso estructurado que sea fácilmente replicable a otros proyectos de ideación. Las etapas en las que se subdivide la validación incluyen la identificación de oportunidades, hasta el desarrollo o rechazo de la idea final.

1. Identificar oportunidades

La identificación de oportunidades de mercado permite analizar lo que ya existe, así como descubrir nuevas ideas, aún por explorar. En el punto de partida, es importante evaluar los diferentes escenarios posibles, las posibles referencias en el mercado, los recursos necesarios para implementar la idea y la viabilidad del proyecto. El descubrimiento de un producto ya existente en el mercado no debe desalentar el esfuerzo de desarrollo de la idea, ya que siempre hay una forma de mejorar o desarrollar el producto existente ofreciendo más valor al consumidor. Para ello, es necesario comprender la relación del mercado con el producto actual y su potencial de mejora.

La identificación de oportunidades es un nivel de aprendizaje, a veces difícil para el emprendedor, pero necesario para garantizar el éxito de la innovación.

2. Crear hipótesis

La creación de hipótesis, durante el proceso de validación, permitirá al empresario evaluar los supuestos necesarios para el éxito de la idea. En este nivel es necesario comprender lo que es necesario para el desarrollo del negocio, así como los escenarios más difíciles a los que puede tener que enfrentarse la empresa al implementar la idea. La definición de estas hipótesis permite proteger la intención de la empresa, o del emprendedor, y garantiza que está preparada para escenarios indeseables pero probables.

3. Definir y conocer el público objetivo

Las necesidades específicas del consumidor son diferentes de un grupo a otro y pueden determinar la relevancia de la innovación en el mercado. La empresa debe garantizar que satisface el mayor número posible de necesidades de los consumidores y, para ello, debe identificar el grupo objetivo con el que se comunica. La segmentación debe ser lo más restrictiva posible y puede hacerse por género, grupo de edad, actividad del consumidor u otro factor relevante según la idea en cuestión. En una empresa ya existente, es probable que ya se conozca el público objetivo al que se dirige la idea, lo que agilizará su implementación.

La creación de personas está asociada al proceso de ideación porque permite diseñar con la máxima especificidad las características esenciales del público objetivo de la innovación, así como sus creencias, experiencias y valores. Una persona permite a la empresa identificar al consumidor, garantizando una comunicación – y un producto – orientado a sus necesidades.

4. Investigar y desarrollar un prototipo

Tras definir el público objetivo, llega la etapa de investigación y desarrollo del prototipo. Esta etapa supone la definición del público objetivo para garantizar que el prototipo desarrollado satisface las necesidades del cliente. La empresa, o el empresario, debe tener un conocimiento profundo del producto, la innovación o los negocios que va a desarrollar para definir su posicionamiento ideal en el mercado, frente a la oferta de los competidores. En esta etapa se definen las características específicas del producto, así como los elementos diferenciadores de la innovación en el mercado, con un elevado nivel de detalle.

Producto mínimo viable (Minimum Viable Product)

El desarrollo de un prototipo – Producto Mínimo Viable (MVP) – es esencial para la validación del producto o idea que se va a desarrollar, permitiendo insights y feedback sólidos mediante el desarrollo de un producto, sin necesidad de una gran inversión. El prototipo debe ser lo más parecido posible al producto final, pero sin una mayor inversión que permita al innovador o a la empresa rediseñar y adaptar el producto tantas veces como sea necesario. En esta etapa es posible presentar el prototipo al consumidor para obtener insights directamente del público al que se destina la innovación.

5. Buscar opiniones de expertos

Después de implementar los ajustes necesarios al MVP, y en una etapa anterior al lanzamiento de la idea en el mercado, la empresa, o el emprendedor, debe presentar la innovación, en formato de lanzamiento (pitch), a expertos en la materia para obtener críticas, feedback y observaciones. La opinión de los expertos puede ser el impulso que la innovación necesitaba para diferenciarse y establecerse en el mercado. Con las mejoras realizadas, el producto o la idea está listo para su lanzamiento.

6. Construir una identidad

La generación de una idea de negocio debe acompañarse de medidas legales que la protejan de ser copiada o robada por los competidores en el mercado. La utilización de patentes y trademark, así como la definición de las condiciones de utilización y una política de privacidad, garantizan la preservación de la identidad de la idea. La identidad de la marca a proteger incluye el nombre, la dirección digital, los productos, su imagen y cualquier elemento diferenciador y patentable que tenga la marca.

7. Lanzamiento al mercado y posibles ajustes

El lanzamiento al mercado es la principal prueba para el éxito de la idea. El feedback de los consumidores, así como el rendimiento de la idea, permitirán a la empresa ajustar la innovación de forma específica, según los datos recopilados. La recopilación de estos datos es esencial porque permite obtener las opiniones y reacciones reales del mercado a una escala considerable. Para esta recopilación, la empresa debe desarrollar sus procesos de forma digital, para obtener feedback mediante fuentes como cuestionarios online e incluso indicadores de mercado como el número de ventas y la facturación.

El proceso de generación de ideas de negocio termina después de que la idea se haya desarrollado y expandido, y puede ser replicado para la prueba e implementación de futuras ideas. A pesar de los desafíos inherentes a la generación de nuevas ideas de negocio, como el posible fracaso de la idea, sus beneficios asociados son exponencialmente mayores y a menudo culminan en la creación de un nuevo negocio.