El arte surrealista de Pablo Picasso puede ser la metáfora perfecta para el éxito del alineamiento en los negocios.
Cada componente facial es absurdamente diferente, y Picasso los hace todavía más diferentes. Sin embargo, somos capaces de captar el personaje del retrato presentado, en el que se alinean para el resultado final. Esto no es diferente a las estructuras organizativas. Es común ver una falta de alineamiento entre los diferentes gestores en cuanto a la visión que desean para su organización. En consecuencia, cada uno tiene diferentes prioridades. Por lo tanto, es común ver decisiones importantes que se posponen, así como la falta de sinergias y el aumento de las dificultades en la implementación de procesos transversales en varias áreas.
Es necesario garantizar la alineación entre los responsables de la toma de decisiones a la hora de definir la dirección estratégica de la organización, así como la definición de las iniciativas prioritarias resultantes. De hecho, este es el primer éxito de Strat to Action, luego es responsabilidad de los líderes desplegar estas prioridades de mejora entre sus equipos, manteniendo el enfoque y el esfuerzo en los objetivos estratégicos definidos.
Strat to Action es un proceso estructurado KAIZEN™ para poner en práctica los objetivos estratégicos de la empresa y garantizar la alineación de todas las personas involucradas, desde los directivos hasta el punto de impacto. La metodología consiste en ciclos anuales que tienen lugar en las etapas de planificación y revisión, a menudo denominadas Planificación y Revisión Hoshin.
La Planificación Hoshin define objetivos disruptivos de 3 a 5 años basados en las prioridades estratégicas, la voz del cliente y el análisis value stream de la empresa. Esta actividad es fundamental para que los gestores «aprendan a ver» el desperdicio en su organización, y lo agresivos que deben ser al definir los objetivos de mejora.
Una vez definidos, estos objetivos de 3 a 5 años se transforman en objetivos anuales disruptivos y se incorporan a una matriz que se implantará por toda la organización.
Para tener un despliegue más efectivo en términos de prioridades de mejora, existe la necesidad de realizar un análisis detallado de los procesos involucrados – Análisis del Flujo de Valor (Value Stream) del departamento – identificando las oportunidades de disrupción, optimización y aceleración. Esta es una etapa crucial en la planificación Hoshin, ya que obliga a los líderes y sus equipos a pensar en los subprocesos que deben ser realmente mejorados.
Entretanto, la Revisión Hoshin incluye revisiones periódicas del progreso del plan de implementación definido, junto con la definición de contramedidas para corregir las desviaciones de los objetivos definidos.
Las organizaciones son más conscientes que nunca de la dinámica de cambio del mercado, tratando de estar siempre un paso por delante de sus competidores. Por eso la metodología Strat to action es una oportunidad para impulsar la comunicación dentro de la organización, garantizando la alineación y la priorización de lo más importante. El proceso Strat to Action desempeña un papel fundamental en el logro de resultados eficaces en cualquier organización.