Vivimos en una era de constantes cambios, en la que la transformación digital y los intereses de las personas corre casi a la velocidad de la luz y existe una mayor conciencia sobre los intereses del trabajador. Anticiparse, descubrir y adaptarse a las tendencias es una clave para los líderes empresariales y de recursos humanos a la hora de mantenerse competitivos. Aprender cuáles son las necesidades de las personas es importante para saber qué ofrecer en el momento adecuado. Y lo mismo ocurre con los trabajadores, porque tanto las prioridades laborales como los requerimientos que demanda el ecosistema empresarial actual han cambiado en los últimos años.
En paralelo a la transformación digital de los procesos, muchos trabajadores demandan formas de trabajo más ágiles y flexibles; así como ser recompensados con el denominado salario emocional, un salario que va más allá del dinero y que tiene que ver con la estabilidad o la posibilidad de desarrollar una carrera profesional en una empresa. Y con ello, algunas de las principales iniciativas estratégicas también están cambiando de cara a 2023.
Fomento de la salud mental y bienestar
Las empresas tienen un papel fundamental a la hora de fomentar hábitos de vida saludables, y tener trabajadores sanos y contentos, es clave para el éxito de una organización. La salud mental de los empleados afecta directamente su productividad, satisfacción y lealtad hacia la empresa. Y tener un ambiente de trabajo positivo y saludable también puede reducir los costes asociados con las bajas y la rotación de personal.
Burnout, quiet quitting y presentismo laboral
La pérdida de motivación puede hacer que el trabajador llegue a fingir que está ocupado cuando en realidad no es así.
El burnout o síndrome de estar quemado en el trabajo es una agotamiento físico, emocional y mental profesional acompañado de una disminución en la eficiencia. Puede ser causado por estrés, sobrecarga, falta de control y la falta de apoyo social. Y los síntomas incluyen fatiga, desmotivación, ansiedad, depresión y una sensación de insuficiencia.
El quiet quitting o renuncia silenciosa, hace referencia a cuando los empleados van renunciando poco a poco a sus actuales trabajos y se ciñen exclusivamente a las funciones del puesto, sin buscar activamente nuevas oportunidades de empleo. Estos empleados gradualmente disminuyen su dedicación y compromiso con su trabajo actual, sin decir nada. Esto a menudo se debe a una combinación de factores, incluyendo el desapego emocional, la falta de satisfacción o desafío en el trabajo, o la falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Otro término negativo es el llamado absentismo presencial o presentismo laboral, que se refiere a acudir y estar presente en el puesto de trabajo, pero dedicando parte de la jornada laboral a otras funciones que no son propias del trabajo.
Cómo mejorar la salud física y mental en una empresa
La salud es un concepto amplio, que abarca tanto la salud física como la mental, y que implica buenos hábitos. Es importante que las empresas aborden estos problemas de manera proactiva, fomentando un ambiente de trabajo saludable y apoyando a los empleados en su bienestar emocional y profesional. Y la mejor manera de llevarlo a cabo es con la prevención. Algunos ejemplos incluyen:
- Ofrecer programas de bienestar como acceso a gimnasios, meditación, alimentación saludable…
- Proporcionar recursos para el manejo de la ansiedad y el estrés como acceso a terapia o herramientas para la gestión del tiempo y del estrés.
- Crear un ambiente de trabajo positivo donde los empleados se sientan valorados y apreciados, fomentar una cultura de comunicación abierta y respeto mutuo, promover la inclusión y la diversidad…
- Ofrecer tiempo libre flexible: permitir a los empleados tomar tiempo libre cuando lo necesiten o trabajar horas flexibles puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.
Humanizando la experiencia de trabajo
Al igual que se habla de ofrecer la mejor experiencia de cliente, se debe hablar de la experiencia de los trabajadores, que, en este caso, va más allá y hace referencia a lo humano.
Esta tendencia de recursos humanos, human experience, hace alusión a que los empleados se sientan motivados, comprometidos, empáticos, con buenos equipos de trabajo y el liderazgo adecuado.
Estos espacios de trabajo se consiguen a través de una cultura de innovación, aprendizaje y mejora continua. La empresa es la encargada de impulsar las buenas prácticas y actividades disruptivas e innovadoras, con visión holística y viendo a las personas de la organización como seres humanos.
Upskilling: las habilidades y la formación como herramienta de mejora
Para que los trabajadores obtengan mejores resultados en el desarrollo de sus tareas también se puede poner en práctica el upskilling, un proceso en el que un empleado aprende nuevas habilidades y capacitaciones para el puesto que ocupa. El objetivo es optimizar al máximo su función actual para que pueda asumir más niveles de responsabilidad.
Retención y atracción de talento
Los procesos de formación siempre tienen beneficios para los empleados porque aumentan su compromiso con la empresa. Y esta ganancia también lo es para las organizaciones.
Uno de los mayores impactos es la atracción y retención del mejor talento. Al formar a los trabajadores y hacer que se sientan a gusto con sus responsabilidades y equipos de trabajo, sentirán también mayor satisfacción y mayor compromiso con la empresa. Así, es más difícil que el empleado la abandone.
A su vez, esto hará que se disminuya la rotación y los costes de selección ya que se precisa contratar a menos personas.
Resolviendo la «paradoja de la productividad» del híbrido
Y, para terminar, cabe destacar el cambio que se ha producido con la nueva mentalidad digital, especialmente tras la situación que trajo el COVID-19. Se demostró que tanto el teletrabajo como el presencial, se pueden llevar a cabo y que el híbrido entre ellas dos, es un factor a tener en cuenta.
Se barajó la posibilidad de que trabajar en remoto provocaba una disminución del crecimiento de la productividad. Sin embargo, teniendo a los trabajadores con responsabilidades y objetivos bien marcados, formados, con buena comunicación y sintiéndose parte de la entidad, no debería ocurrir, ya que el trabajo híbrido y flexible permite también más tiempo personal al reducir desplazamientos, ahorro de dinero en combustible y alimentación entre otras cosas, mientras se trabaja y se encuentra un equilibrio entre lo profesional y lo personal.