El pasado 25 de mayo visitamos las instalaciones de la planta de Tecnichapa (Calderería Fina) de Ormazabal, empresa líder en el sector de la ingeniería eléctrica, que ofrece soluciones innovadoras y de alta calidad para la distribución de energía eléctrica en diversos sectores industriales.
Con 55 años de experiencia, 16 centro productivos, un centro de investigación y tecnología, contando con más de 2400 personas y presencia en más de 50 países, Ormazábal es un referente en la fabricación de soluciones eléctricas, personalizadas y de alta tecnología.
Ormazábal pertenece al Grupo Velatia, que está presente en las redes eléctricas, ayudando al despliegue de las redes inteligentes. Acompaña a sus clientes en su proceso de transformación digital y aporta su conocimiento en sectores como la aeronáutica, los servicios energéticos, la ingeniería electromecánica o la fabricación de componentes electrónicos.
Hemos podido conocer de primera mano cómo la compañía tiene integrada la mejora continua en su ADN, facilitando procesos de incorporación de nuevas empresas al grupo y manteniendo y promoviendo una única cultura.
Como nos indicaba Roberto, director industrial del grupo, si a día de hoy retirase la mejora continua, la planta “caería”, ya que la gestión a todos los niveles está articulada a través de la mejora.
A través de esta visita al centro de Calderería Fina, que cuenta con 150 trabajadores, hemos visto cómo la empresa vive la mejora continua a todos los niveles de la misma.
La comunicación a todos los niveles es una herramienta clave para una cultura arraigada como la que hemos podido conocer, y es que todo el mundo en la empresa participa de algún modo.
Ha sido todo un placer conocer la evolución de cómo un “taller” se convirtió en una fábrica eficiente y Kaizen.
La jornada finalizó con un taller sobre cómo sostener el modelo de mejora y si bien es cierto que no siempre hay una única solución o propuesta, el compartir ideas y mejores prácticas con vosotros ha sido clave para el ejercicio de pensar en cómo mejorar.
